Agia regresa a casa después de haber estado estudiando varios años en la Academia de Poesía; allí se reencuentra con su padre, Spyros, rey de la isla, obsesionado con una amenaza que viene del mar. Spyros presenta a Agia a su nueva y joven esposa, Eirene, de quien ésta se enamora perdidamente.
Eirene, a su vez, cansada de la indiferencia de su marido, comienza a sentirse atraída por Agia. Clandestinamente, se desarrollará un romance entre las dos mujeres, que no podrá lidiar con el destino que depara a ambas.